Remedios Varo (1958)
Sus pinturas son mundos mágicos llenos de fantasía, realidad, misterios e ironías. Reflejan viajes psicológicos de su propia vida.
Este cuadro me gusta porque a pesar del título y lo que en sí nos comunican las personas, sus sombras reflejan todo lo contrario. Se despiden, pero sus almas quedarán unidas para siempre, y quien sabe, tal vez en algún otro momento de sus vidas vuelvan a encontrarse...